La Banda Bellini, Marco Philopat


Capítulo seis de la novela de Marco Philopat
 

6

Ha explotado una bomba en la Banca dell’Agricoltura en piazza Fontana – hay 16  muertos y 87 heridos – mucha angustia mucho dolor – una tragedia – ¿Qué pasará ahora? Han sido acusados los círculos libertarios – A Pinelli un ferroviario anarquista le han matado en comisaria – le han tirado por la ventana – aunque los policías hablan de suicidio…Otro anarquista que había conocido en el hotel Commercio ocupado ha sido detenido – y lo llaman «el monstruo » - pero es imposible – es un tipo de una simpatía y de una humanidad desbordantes – es bailarín – se conoce los rincones más auténticos de Milán – es muy querido por todos – los vagabundos los borrachos los mendigos – nunca  habría podido matar a personas…Todo el movimiento sabe que la verdad no es la de los periódicos y la Tv – incluso nosotros que aunque somos jóvenes sabemos de las tramas de Estado – Milán da miedo en estos días -  el ambiente es funesto – un horror – parece que estés en un funeral continuo…Todos hablan de violencia – de las defensas para oponerse a las posibles intimidaciones y provocaciones de los servicios secretos – de los grupos neofascistas – de las unidades de la Digos – de los comisarios carniceros – de complots y de la «estrategia de la tensión» – la paranoia se ha colado por todos sitios – te sientes acosado – seguido por agentes de paisano – te das la vuelta bruscamente – para ver si es verdad – nada de llamadas de teléfono – mania persecutoria – las asambleas unitarias acaban en cabreos terroríficos – hay divisiones en grupitos – los estatalinos se vuelven todavía más arrogantes – se forman nuevas siglas…Yo tengo un cabreo con Moraldi que después de lo del infiltrado se ha venido abajo – está deprimido no quiere seguir haciendo política - «Estoy asqueado – en el Einstein es una mierda no estoy a gusto – de Pavia mejor no hablar – me voy a hacer un viaje por el mundo con De Pasquale – creo que vamos a estaremos fuera una temporada…» Ahora me toca a mi dirigir al grupo de la ocupación y en este clima no es fácil.

Una obscena maquinación política implica a todos los ambientes de la izquierda del movimiento –hasta  «l’Unità» pide que se esclarezca la masacre – hay miedo – nos sentimos acosados aislados – todos los lideres de los grupos se ven obligados a dormir fuera de casa– Cuccetta y Emiliano de la Statale parece que están siendo buscados – yo voy donde mi tía – la hermana de mi madre – aunque la mayoría de las veces me quedo a dormir en el colegio todavía ocupado – en alguna batalla en el saco de dormir -  pero las historias de amor son ahora ocasionales – y casi casi me hacen sentir mal – por desgracia es la única posibilidad en ésta ciudad tensionada… Hacemos una concentración delante del Einstein para comunicar a los estudiantes y al barrio las razones de la ocupación – lo boicotean todas las demás escuelas - seremos unos cien – a lo mejor…A pesar de todo llegan en tropel antidisturbios y carabineros armados hasta los dientes gritando más que nosotros – por lo que nos hemos refugiado dentro…Los únicos colectivos estudiantiles que están son los del Ottavo  y los del Carducci – con ellos nos hacemos muy amigos con los demás hay una guerra declarada…« La ocupación en este momento no tiene ningún sentido – el director dentro de pocos  días llamará a la policía – no podemos gestionar el enfrentamiento - hemos quedado muy pocos» – digo en la reunión de nuestro grupo reducido – «Hemos obtenido – gracias a la intervención de los profesores – un compromiso por el que mi hermano podrá volver aquí a hacer los exámenes de admisión el año que viene – la plataforma de la reivindicación ha sido aceptada en gran parte» – y añado una pregunta para aumentar el artificio – «Para acabar el partido sin embargo tenemos que hacer algo contundente - ¿alguien tiene ua idea? Nadie sabe bien que hacer – en la escuela no hay clases desde hace meses – los padres están furiosos – el director se ha convertido en un confidente de la policía – «Lo pones fácil diciendo “historia contundente” - y ¿qué quiere decir? Se necesita una idea de la leche – la policía tarde o temprano con cualquier excusa se presenta aquí tira tres lacrimógenos derriba el portón y nos acorrala en un segundo – y nosotros nos quedamos con cara de capullos» dice como de costumbre acalorado el Rojo - «Y a nosotros no nos encontrarán – nos escapamos por los túneles – los que conectan con los jardines del Verri antes de que entren» – aquí empiezan los delirios que bloqueo desde el principio – «Beh ni que fuese algo tan contundente vaaamos» – «¿Cómo hacemos? Tenemos que esperar quizás dos semanas antes de que lleguen – siempre alerta preparados para escapar como conejos – no se puede» – «¡Vale! – entonces la podemos liar toda la noche – así les atraemos aquí dentro» – y ahí se nos ha ocurrido una idea fantástica – «le damos la vuelta a todos los muebles los bancos las sillas los armarios» – « Si si lo amontonamos todo en el salón de actos así comprederán que la única escuela posible es la asamblearia».

El barrio al lado del Einstein esa noche no ha pegado ojo – los bancos y los armarios de metal cuando se mueven chirrían más que las planchas de una fábrica metalúrgica – la policía llega a las cuatro de la mañana – rodeando todo el edificio – ponemos centinelas – mientras tanto en un alboroto infernal nos trasladamos y escribimos una pancarta enorme – La escuela no se cambia – se subvierte – luego hemos huido por los túneles por el Verri… La policía y el director han entrado creyendo que iban a capturar detener denunciar – pero lo único que han encontrado  han sido las aulas completamente vacias – cuando han abierto las puertas del salón de actos han sido aplastados  por una marea de bancos y sillas…A la mañana siguiente hemos vuelto como heroes – nadie a parte de los malhumorados de los pobres bedeles exhaustos podía abrir la boca – entre otras cosas nosotros íbamos muy bien en la escuela – al menos un siete en todas las asignaturas…Vale que te enerva volver a la escuela despues de dos meses de ocupación – en una situación así de distinta – sin ninguna viabilidad política en un clima de guerra civil – con los fachas dentro de la escuela que se permiten escribir en los pasillos frases del tipo «masacre roja» – ni que se pudiese avanzar mucho así – no es esta una vida que me intrigue – peor que ir a trabajar ¡coño!... «Femmena tu si ’na malafemmena – nun te posso scurdà» – «¡¡Eyyy!! Rojo ¿qué coño estás cantando? ¿Se te pira o qué? » – a veces a mi socio se le pira la cabeza – evidentemente el sensiblero de él se ha dado cuenta del ambiente que hay – con este jaleo de tensión ya no se liga – parece que se haya vuelto atrás en el tiempo antes del 68.

A veces la vida te parece tan horrenda – te sientes tan solo – pero tanto – los edificios se te vienen encima – las habitaciones se vuelven estrechas – ya no sabes si echar la vista al frente – o estar ahí buscando en el espejo las mutaciones de tu rostro – a saber qué tierras tu mirada está volando – y te da miedo si te giras un poco de espaldas – indagando sobre la historia de tus últimos acontecimientos – pero en el fondo fondo – después de un poco – te repones – y ya no te importa si esas tierras están plagadas de tormentas – tiras para adelante – sin temor – la piel dura solo seis decenios – siete – ocho como mucho – amigo – no puedes dejarlo ahora… Lo sé lo sé – te dejas los cuernos contra el inevitable agotamiento de este fuego – okay okay – pasa a  menudo – no obstante siempre  se acaba por encontrar otras lides – otros episodios … ¡Co-ño como he cambiado! Una metamorfosis interior me ha envuelto – no reconozco ni siquiera mi casa – pero ya no puedo hacer nada – por ejemplo cuando vuelvo donde mi madre – ella no está ahí dándome el coñazo con eso de estudiar –ya sabe que los libros son una pasión para sus tres hijitos – son nuestros ardor político lo que le preocupa – «No hagais como vuestro padre – mira que es mejor… Yo sé los sufrimientos por los que ha pasado» – nos lo dice como resignada –justo hoy está prevista la manifestación por la bomba en piazza Fontana – la primera para romper el muro de silencio y las infames acusaciones de los periódicos progubernamentales…Un grupo de reporteros – el comité de periodistas para la libertad de prensa y contra la represión – ha descubierto algunas pruebas aplastantes de la implicación de grupos neofascistas – de la policía y de algunos oficiales del ejército en la masacre del banco – se abren fisuras – la opinión pública empieza a dudar.

La concentración no autorizada sale desde piazza Santo Stefano al lado de la Statale – un único grito – «¡Masacre de Estado!» La policía carga de golpe sobre la cabecera de la manifestación – justo donde están los periodistas… Mientras los enfrentamientos se extienden por todo el centro los estudiantes medios ocupamos la retaguardia para defender la universidad – inmóviles escuchando gritos golpes y pedradas – a pesar de mi vozarrón – te las ves y te las deseas para atar en corto a todas esas fieras enjauladas de jóvenes…Cuando vuelven los combatientes –es ya de noche – se erige un monumento de palabras a los periodistas más masacrados – denuncia pública – indignación y posicionamientos unitarios contra el estado… Al día siguiente hasta el «Corsera» imprime caracteres interrogativos... Pocos días despues es el turno de la manifestación nacional autorizada contra la represión con los partidos los sindicatos y todos los grupos de izquierda – veinte mil personas – las relaciones de fuerza se invierten – al menos para algunas semanas – porque de todas formas esa bomba ha dejado una marca – en realidad una herida profunda …La estrategia de la tensión se ha adueñado de nuestros cuerpos – de hecho a pesar de la aplastante supremacía numérica la concentración no ataca – está el Pci muy fuerte – los universitarios no están organizados militarmente – los periodistas y los intelectuales de media Italia subrayan el sentido de responsabilidad de los estudiantes…aunque el clima en el movimiento no ha cambiado – la jungla de las relaciones se hace intricada – a veces conflictiva – se hacen alianzas que ni siquiera duran una hora – uno contra otro…se crean nuevas siglas más o menos compinchadas con las otras…Pero nuestro grupo es de otra pasta –incluye ahora ya al colectivo del Einstein –  el Afrikakorps del Casoretto – y estudiantes desperdigados del Ottavo y del Carducci – organizamos  tres grandes cordones encabezando a los estudiantes medios… ¡Algo digno de ver! Por la tarde me duele la garganta – a fuerza de tanto gritar consignas.

«Los  de la Statale son tremendos – sus discursos públicos están llenos de retórica política – critican las posiciones institucionales – pero son aliados de facto del Pci» – el Bongo continúa sus diatribas contra los líderes que se ven pasar delante del portón de la universidad… Nuestro grupo está establecido dentro del bar de largo Richini – desde que ha acabado la ocupación del Einstein –vamos cada vez más a ese bar que tiene la ventana justo al lado de la entrada principal del ateneo – de vez en cuando se participa en las reuniones en algún aula – otras veces se asiste a las clases – es una manera de obtener información y tener al grupo unido…Los estatalinos nos miran un poco suspicaces – aunque por nuestra joven edad y la poca experiencia no constituimos en realidad peligro alguno para ellos – sin embargo ya habíamos demostrado una buena capacidad estratégica y de enfrentamiento – por eso en general no les parecía oportuno dejarnos fuera – podíamos en cualquier ocasión hacer número – también a nosotros nos resultaba útil su gran habilidad – en las tácticas en las maniobras políticas – de alguna manera nos toleramos – es un frágil equilibrio destinado en pocos meses a romperse – el caso de De Pasquale – el presunto infiltrado de nuestro liceo todavía escuece…Para ellos la hegemonía lo es todo – no quieren ser pillados  a contrapié por imberbes como nosotros…«Pero ¿te parece lógico con este frio que todas estas tipas estén fuera esperando al Livraghi? Parecen esquimales» – «Pero ¿quién te ha dicho que le esperan a él? Pregunta el Bongo al Rosso – «Ve ve a oir un poco lo que dicen – despues te darás cuenta» – por el vidrio empañado chorrean argumentos cargados de envidia – mojándome la mano abro un hueco para ver mejor - el Livraghi ha llegado – las ha saludado despistado – yéndose casi molesto…Me he levantado – he salido – no sé porqué me he puesto a gritar una cosa de Flaubert que acaba de heber leído - «Corred buenos vinos…Mujeres dignaos sonreir…» invitándolas a entrar en el bar – no sé si ha impresionado el contenido o la forma – o si se han dado cuenta por fin que esa helada espera no servía para nada – de todas formas desde el día siguiente algunas de ellas han empezado a frecuentar nuestro bareto – desde entonces las ventanas se han mantenido empañadas… Los estatalinos de vez en cuando se pasaban a tomar café amargados por el rencor disfrazado de sospecha.

Paso largas horas en la biblioteca Calvairate en piazza Martini – no lejos de nuestro instituto – voy a estudiar – y a participar a las reuniones de barrio – a los debates temáticos – a las presentaciones de libros… Mario Spinella es uno de los promotores de estas iniciativas – un personaje de cincuenta años – un intelectual que estuvo en la Resistencia ingresando justo después en el Pci – pero es apartado por el aparato – a causa de sus posiciones radicales y por la constante implicación afectiva que manifiesta en relación a los jóvenes cabreados de las zonas más periféricas y pobres de la ciudad…Te pasarías escuchándole el día entero – consigue apasionarte a pesar de que en un primer momento sus razonamientos puedan parecer difíciles – académicos eruditos – tienes que hacer un pequeño esfuerzo para entrar en sintonía – diez minutos no más – un instante después se te abren las puertas de la percepción – la pasión de saber de entender  se hace aguda – son tantas las conexiones con la realidad – la que vives todos los días – las soluciones las conclusiones las propuestas se te adaptan a la perfección – el professor Spinella divaga imagina representa – «Las fiestas populares los cafés las estaciones los mercados son los lugares de la riqueza – de la experiencia – donde la gente se cruza habla intercambia opiniones – en cambio se me llena el animo de tristeza cuando paso por la zona de adosados – casas individuales donde se cultiva con gran reserva el vicio de la familia…» Cada una de sus perspectivas se convierte también en la mia – en breve estas clases se llenan de estudiantes del Einstein – del instituto Feltrinelli…Ahora en las reuniones o en la asamblea se coge al vuelo  quien ha absorbido las palabras del intelectual ex partisano – el don de la persuasión el discurso billante – enciendes los ánimos arrastras a las masas – «Recordad compañeros que la escuela de hoy no debe ser fundada sobre le conceptos de meritocracía y selección » – en Calvairate el libro de don Milani Lettere a una professoressa ha sido repetidamente leido y comentado – en la asamblea sin embargo no se limitan a la escuela se pone en discusión el mundo entero – «La sociedad de consumo es solo la enésima trampa del capitalismo – abrir bien los oídos compañeros – un consumidor no podrá hacer nunca la revolución… » En todas las intervenciones emerge la contestación de cualquier principio de autoridad – el Pargelli y sus camaradas se ponen más negros aún – no soportan ni siquiera una coma de estas visionarias teorías existenciales – mientras algún compañero se lanza en una soflama contra la familia el obispo el patrón el profesor el director y toda la sociedad entera – me doy cuenta de que los fachas se han puesto en una esquina a conspirar – entonces  decido mandar alrededor un novato fuera de toda sospecha – para cotillear alguna frase…Se descubre  que el nombre de Spinella y de la biblioteca ha salido muchas veces.

A las ocho y media de la mañana llega un compañero gritando – sube a zacandas las escaleras de la escuela – «En la Calvairate han pegado a los compañeros del Verri – han sido los del grupo Tricolore - con palos y cadenas – han entrado unos veinte han destrozado los bancos – destruido las mesas – arrancado las páginas de los libros – luego se la han tomado con los tres o cuatro que estaban allí estudiando – les han pegado puñetazos y golpes en la cara -  porrazos… Dos están todavía en el hospital - ¿qué coño hacemos ahora…?» En los pasillos  del Einstein la presión aumenta de pronto – llega otra gente – se multiplican los rumores las informaciones las noticias sobre los heridos las hipótesis sobre los asaltantes… Pero no hay muchas dudas – han sido los del grupo Tricolore – conocidísimos militantes de la derecha histórica milanesa – cuarentañeros como Soraviola pero también los más jóvenes como el mismo Pargelli y los hermanos La Bionda – han amenazado incluso con volver – una vez a la semana si es necesario – para «limpiar esa guarida de comunistas»…A la mañana siguiente llega Elvezio Bianchi que nos anuncia radiante la presencia del servicio de orden de la Statale al completo para el día siguiente en el acto antifascista que hemos convocado delante de la biblioteca – se ha sabido gracias a los servicios secretos del movimiento de otro intento de agresión fascista – «Oh cuidado porque los estatalinos se han organizado muchísimo – van armados con bazookas» «¿bazoo qué? «Oh chavales evitemos quedar fatal – los bazookas son unos tubos del gas llenos de perdigones – son cómodos porque es fácil doblarlos así se camuflan mejor en las parkas – ahora se usan un montón – de todas formas estaros al loro e intentad venir antes – estaros atentos a las ordenes cuando se entra en acción – esta movida se la vamos a hacer pagar»…Nos encontramos en el vestíbulo del Einstein y somos unos veinte – una quincena de nuestro primer grupo de defensa – alguno del Ottavo y del Carducci – nos dirigimos hacía la cita fijada a las dieciocho delante de la empresa municipal de  transportes de viale Molise – no lejos de la Calvairate… Hace un frio y una niebla densa como solo en Milán puede haber – puedes darte con un poste tropezar con un escalón de la acera acabar debajo de un coche – te puede pasar cualquier cosa – encontrarte con cualquiera…Parece una especie de brigada  de extraterrestres armados – la visión es grandiosa y beatífica – treinta jóvenes armados de tubos de gas grises con cascos de moto integrales – desplegados en dos filas que gritan – «Muerte al fascio» – atraviesan la niebla – cruzan la calle corriendo despreocupados de los repentinos frenazos de los coches… – Casi no nos damos cuenta – entre tantos cascos integrales caros – destaca uno demasiado ridículo estilo años treinta – estilo Nuvolari – blanco con las orejeras de piel roja – es el del pobre Elvezio– «La clase no es agua – ¡se ve enseguida quien no es hijo de la burguesia!» dice mi hermano entre nubes de vapor que se mezclan con la niebla – me dan ganas de descojonarme – el larguirucho que sale del grupo con todo el cabezón cubierto con ese gorrito blanco – hace mucha risa – en una situación como esa mucho más.

Nos paramos a cincuenta metros de la entrada de la biblioteca – dentro del parque circular en el centro de piazza Martini – parece todo tranquilo – no se ve ni un alma – extraño – habitualmente los jueves a esa hora está lleno de estudiantes y chavales del barrio…Los mensajeros entran – vuelven – el Elvezio nos dice que los fachas se han atrincherado – inmendiatamente los estatalinos preparan los bazookas y entran en acción – no antes de habernos ordenado supervisar todas las esquinas  y avisar si viniese la policía…Hemos oído solo un gran estruendo de sillas y mesas lanzados al aire y de algún vidrio despedazado – alguien ha oído un grito – «No useis las porras – ¡no useis las porras!» – Todo dura cinco minutos – luego los compañeros salen reagrupándose enseguida en dos filas de quince – justo frente a la puerta…Nosotros decidimos entrar llevados por la curiosidad – se oyen las sirenas acercarse – «¡¿Ya?!» Los estatalinos en ese momento nos han realmente sorprendido – en vez de escapar desordenadamente como se suele hacer después de cualquier acción – se han ido con un trote lento entonando consignas antifascistas – sin prisa alguna - las dos panteras que han llegado no han tenido siquiera el valor de acercarse – se las habrían cepillado – Una movida para dejarte con la boca abierta…Flipan nosotros en cambio – que nos miramos a la cara y como pringaos nos vamos por patas a la vieja usanza – pasando de consignas - giramos hacia el parque cada uno por su cuenta – al final sobrevivimos gracias a la niebla… Al día siguente hemos sabido que dentro solo había cinco fachas encima los más jóvenes de entre ellos el Pargelli que de hecho no se le ve desde hace un huevo aquí en la escuela – por eso no han usado las porras – aunque los queridos camaradas se han llevado una ración de hostias como panes – no se la van a olvidar durante una temporada – y nosotros no olvidaremos jamás de esa acción militar perfectamente concebida y de ese tranquilo trote lento.


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