Bienvenidos
Bienvenidos al mundo de la solución final de Davos. Bienvenidos a un mundo donde se martiriza a los niños y se vacuna a los bebés para convertirlos en organismos genéticamente modificados. Bienvenidos a un mundo donde la tortura está legalizada, la delación fomentada, el suicidio generalizado. Bienvenidos al Vichy Biopolítico Globalizado. Bienvenidos a un mundo donde las palabras democracia, libertad, estado de derecho, república no forman más que un simple recuerdo. Bienvenidos a un mundo donde la nueva dictadura es cambiar cada día las reglas del juego. Bienvenidos a un mundo donde el conejillo de indias ha reemplazado al ciudadano, donde el laboratorio ha reemplazado al ágora, donde la incesante experimentación biotecnológica ha reemplazado a la humanidad. Bienvenidos al mundo donde las compañías farmacéuticas están organizadas como organizaciones de crimen organizado. Bienvenidos al mundo anunciado por Debord, donde el estado se ha vuelto indistinguible de la mafia. Bienvenidos a un mundo donde el lenguaje, la cultura, la historia han desaparecido. Bienvenidos al mundo de la esclavitud digitalizada, de la mentira convertida en realidad, de la mitomanía de estado impune. Bienvenidos a un mundo donde incluso la comida es falsificada. Bienvenidos a un mundo en el que las reuniones de más de una persona pronto serán criminalizadas. Bienvenidos al mundo de la hambruna deslocalizada, de los juicios truncados, del crimen legal contra la humanidad. Bienvenidos al mundo de la irracionalidad, de la afabulación casuística, de los psicópatas en bata blanca. Bienvenidos al mundo donde los mensajes nos llegan de manera invertida, donde las frases significan lo contrario de su significado, donde la tiranía tiene por propósito abierto volvernos locos. Bienvenidos al mundo donde la psiquiatría, la policía, la prisión y el hospital se convertirán en la norma. Bienvenidos a un mundo de ciencia que se ha vuelto psicótico, con modelos matemáticos manipulados, juegos donde los dados están trucados. Bienvenidos al mundo de la camisa de fuerza química, tecnológica, higiénica generalizada. Bienvenidos al mundo donde la verdad está estructurada por la mentira, la naturaleza por el artefacto, el pensamiento por la x. Bienvenidos a un mundo donde la verdad y la legalidad se deciden en partidas de póquer entre multimillonarios. Bienvenidos al mundo del pleonéctico bipolar, de la expropiación terminal, del agujero negro científicamente desatado, de la innovación incesante de la tortura, del marqués de Sade democratizado. Bienvenidos al mundo del oxígeno de pago, de la sexualidad inexistente, de la ventriloquia posesiva, de los científicos locos y de las dictaduras cada vez más improvisadas. Bienvenidos al mundo de la anarquía coronada, del bigdata noosférico, del demiurgo tecnológico depresivo, de la vida en constante fase de reanimación, de los cuerpos reemplazados por prótesis y de la comida por la perfusión. Bienvenidos al mundo donde los nazis, los fascistas, el estalinismo, el maoísmo, el polpotismo son cuentos de hadas amables y retrospectivos. Bienvenidos al mundo de los monstruos de los robots humanizados, de la deformidad convertida en normalidad. Bienvenidos a la feria mundial de atrocidades, a la cirugía militarizada, al tráfico milimétricos de códigos genéticos. Bienvenidos a un mundo donde la muerte será para todos un alivio, la enfermedad la norma, y la salud una excepción, la locura una banalidad y la razón un alimento cada vez más escaso. Bienvenidos al mundo del negacionismo de estado, de la mercancía exterminacionista, de los situacionistas asesinos en serie, del crimen considerado como obra de arte. Bienvenidos a los juegos cada día cambiantes, de la legislación y la transgresión del derecho arrancado a la respiración, de la psicopatologización de la libertad de expresión. Bienvenidos al mundo de la censura llevada a su perfección, del tráfico de influencias incontrolable, del conflicto de intereses globalizado. Bienvenidos a un mundo de muerte, altruismo, generosidad, solidaridad. Bienvenidos al mundo de la mascarada morbosa, del carnaval fúnebre, del entierro especista de primera clase. Bienvenidos a un mundo impresionante traumático martirizante que me ha impedido escribir durante más de dos años. Bienvenidos a un mundo no transhumano, pero sub-animal, donde a nuevos rasgos la supervivencia es en cualquier momento. Bienvenidos a un mundo donde la palabra será asunto de vida o muerte, donde el arte se confundirá con la guerra civil, donde la poesía será hecha por todos y no por uno. Bienvenidos a un mundo donde el mal será la primera evidencia, el horror la banalidad diaria, la muerte un espejo sin fin.
Mehdi Belhaj Kacem, abril 2021
